El segundo reto en el que participé fue «sombras». Estuve trabajando en una estructura en el que las páginas tuvieran dobleces que produjeran zonas sombreadas, e intenté aprovechar esa base para hacer unos dibujos en los que la sombra fuera protagonista. En un país como el nuestro, con tanto sol, la búsqueda de sombra se convierte en algo necesario… y así surgieron imágenes de paseos bajo toldos, puentes, emparrados, tiendas de campaña y chiringuitos playeros. Todo ello en un libro acordeón.
Cuando subí mis fotos a Instagram, me di cuenta de los puntos de vista tan diferentes que reflejaban las creaciones del resto de los participantes. Mi libro era simpático, sin duda, y se ceñía a una estructura formal. Pero hubo muchos libros este mes que trabajaron el contenido, mas que la forma, y se centraron en aspectos sombríos del ser humano… hubo mucha reflexión, sinceridad, miedos.. me sentí el colmo de la frivolidad con mi chiringuito de playa. Pero es lo que hay, es un reto enriquecedor por la multitud de opciones que ofrece. Me gusta.
